Devoción por los aires
viernes, 30 de noviembre de 2007
Ladridos de emoción
En medio de ladridos, perros de todos tamaños, algunos ataviados con sus prendas deportivas y otros con sus mejores galas; se llevó a cabo el Perrotón 2007 en una de las avenidas más importantes de la Ciudad de México. El evento congregó a cerca de mil 500 participantes en compañía de sus perros.
Pirru y yo asistimos puntuales a la cita, el binomio 1490 llegó al área de salida. Fuimos acompañados de nuestro fan número uno, 1 en posición y en cantidad. Las escasas caminatas por los parques y calles rindieron frutos durante esta justa deportiva, en la que los participantes dieron muestra de condición física, esfuerzo y un profundo amor por sus mascotas. Nosotros dejamos de manifiesto estas dos últimas condiciones, pero fallamos en técnica y condición.
Las categorías en las que compitieron los binomios fueron: Cinco kilómetros, tres kilómetros y un kilómetros en la modalidad de ocho años en adelante y personas o mascotas con discapacidad.
Corriendo, caminando o trotando; los perros y sus dueños realizamos el trayecto marcado, algunos caninos se detenían para socializar con otros perros, mientras sus acompañantes solicitaban su concentración a través de chiflidos y palabras de aliento: ¡Corre campeón ya casi llegamos!
En otros casos los canes eran los encargados de alentar a sus dueños, obligándolos a mantener un paso presuroso. Yo me limité a correr con la esperanza de que Pirru me siguiera y no se quedara parado a mitad del recorrido:¡Pirru apurate que ese perro está muy grande y nos va a atacar!” Las amenazas no causaron mucho efecto en él, pero logramos conquistar la meta.
A pesar de la falta de técnica que pusimos de manifiesto en la competencia, nuestra hazaña atlética fue condecorada con una presea de participación.
Mucha vocación
Para adentarse en el mundo del periodismo se requiere mucho más que escribir bien, más que saber responder a las famosas w´s que aparentemente encierran el misterio de la información; se necesita más que un diccionario panhispánico de dudas y mucho más que una carrera universitaria. El elemento indispensable es la vocación.
La resistencia y disciplina también son básicas porque el panorama al que te enfrentas no es siempre el más optimista: muchas horas de trabajo, poca paga, algunos abusos e intereses ajenos a la verdad.
Como leía hace unos minutos el buen periodista debe estar orgulloso de serlo, no haciendo gala de pedantería, pero sí con la satisfacción de cumplir con la misión de aportar a la sociedad un trabajo bien hecho. No necesariamente dentro de un medio masivo, también al interior de una empresa o gabinte de comunicación.
Es verdad que el periodismo apuesta cada vez más por lo impactante, lo que vende, lo que logra
captar de inmediato la atención del lector, pero debemos cuidar el contenido de las noticias, que la necesidad de estar informados en poco tiempo no se convierta en una simple embarrada de la realidad.
Muchos jóvenes sueñan con cambiar el mundo a través del periodismo, pero la realidad es distinta. Se topan con un panorama en el que se ven limitados por los intreeses de ciertos grupos de poder. Es bien sabido que el negocio de la información es muy rentable, por lo tanto el que la tiene en sus manos tiene el dominio del poder. De ahí que muchos vean en los medios la mejor manera de servir a sus intereses y brincar contra aquel que se atreva ha ponerlos en riesgo.
Es cierto que ser periodista no es sinómino de libertador ni revolucionario, pero sí de conocimiento, capacidad de análisis, compromiso, veracidad y sobre todo mucha vocación.
viernes, 23 de noviembre de 2007
Hasta que el agua nos alcance
La cuenca desborda de la Expo Zaragoza 2008 corre a la par del Ebro; de acuerdo con el contador que Fluvi nos presenta diariamente en el periódico, la ciudad aragonesa está a 212 días de vivir el evento más caudaloso de su historia. Las autoridades, cargadas de optimismo, afirmán que las obras estarán terminadas en la fecha prevista; sin embargo, los ciudadanos con cierta malicia e incredulidad dudan que la hazaña se consiga.
Una de las principales preocupaciones de la Sociedad EXPOAGUA 2008 es el destino que tendrán los edificios y construcciones de Ranillas tras el paso del evento. La denominada Post Expo ha despertado la imaginación de propios y extraños, quienes incluso han visualizado el Campus Universitario dentro de este complejo. La vicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega vistó hace unas semanas las incipientes obras de la Expo, anunció la creación de un centro especializado en el problema del cambio climático; sin embargo, ni una ni la otra. El rector de la Universidad de Zaragoza con sede en la Plaza San Francisco, señaló que el campus se queda donde está y en cuanto a la promesa de la vicepresidenta, de momento sólo es eso, una promesa.
Sin duda es importante pensar en el futuro del recinto de la Expo 2008, pero quizás sea más apremiante trabajar a marchas forzadas para que Fluvi y sus amigos de la Sociedad EXPOAGUA 2008 no queden mal con sus seguidores. Que si bien, no son fieles ni incondicionales, sí están a la expectativa de que se cumpla la meta en la fecha fijada.
Terminen o no en 14 de junio, el panorama no es muy alentador, de acuerdo con los expertos, dentro de unos 200 años, la corriente del Ebro arrasará con buena parte de la que en unos meses se pretende sea la zona empresarial más importante de Zaragoza.
Sin duda, la Expo 2008 encierra una serie de atractivos que la convierten en un evento de interes para miles de personas, sólo esperamos que no se cumpla la máxima de: "Gran expectación, gran decepción". Es tiempo de probar si realmente estoy en el primer mundo o, si como en México, las autoridades también alargan los plazo de entrega de las obras, al más puro estilo de los segundos pisos de Andres Manule López Obrador, ex jefe de gobierno del Distrito Federal.
Una de las principales preocupaciones de la Sociedad EXPOAGUA 2008 es el destino que tendrán los edificios y construcciones de Ranillas tras el paso del evento. La denominada Post Expo ha despertado la imaginación de propios y extraños, quienes incluso han visualizado el Campus Universitario dentro de este complejo. La vicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega vistó hace unas semanas las incipientes obras de la Expo, anunció la creación de un centro especializado en el problema del cambio climático; sin embargo, ni una ni la otra. El rector de la Universidad de Zaragoza con sede en la Plaza San Francisco, señaló que el campus se queda donde está y en cuanto a la promesa de la vicepresidenta, de momento sólo es eso, una promesa.
Sin duda es importante pensar en el futuro del recinto de la Expo 2008, pero quizás sea más apremiante trabajar a marchas forzadas para que Fluvi y sus amigos de la Sociedad EXPOAGUA 2008 no queden mal con sus seguidores. Que si bien, no son fieles ni incondicionales, sí están a la expectativa de que se cumpla la meta en la fecha fijada.
Terminen o no en 14 de junio, el panorama no es muy alentador, de acuerdo con los expertos, dentro de unos 200 años, la corriente del Ebro arrasará con buena parte de la que en unos meses se pretende sea la zona empresarial más importante de Zaragoza.
Sin duda, la Expo 2008 encierra una serie de atractivos que la convierten en un evento de interes para miles de personas, sólo esperamos que no se cumpla la máxima de: "Gran expectación, gran decepción". Es tiempo de probar si realmente estoy en el primer mundo o, si como en México, las autoridades también alargan los plazo de entrega de las obras, al más puro estilo de los segundos pisos de Andres Manule López Obrador, ex jefe de gobierno del Distrito Federal.
No estamos todos los que somos, pero somos todos los que estamos
No estamos todos los que somos, pero somos todos los que estamos
Cargado originalmente por trompielin
lunes, 19 de noviembre de 2007
Personaje hecho en México II
Carlos Aguilar: arte que pende de la imaginación
Muros y ventanas que desafían la gravedad. Elementos que flotan sin más base que la imaginación. Espacios vacíos repletos de historias y vivencias fundidas en bronce que buscan seducir los sentidos de quien se deja atrapar por la obra de Carlos Aguilar.
Como cada una de sus esculturas, la historia de Carlos comenzó a modelarse con plastilina, su juguete favorito. Sus maestras y familiares se asombraban de su facilidad para dibujar y la creatividad de la que hacia gala en sus trabajos escolares.
De pequeño la figura de un toro era su creación más frecuente, con el tiempo, sin más estudio que su experiencia ni mayor inspiración que sus ideas, descubrió el fascinante mundo de la escultura.
Según las anécdotas del propio Carlos Aguilar; las cubetas, pelotas y recipientes de plástico se convirtieron en la materia prima de su imaginación, a pesar de las quemaduras y de los regaños de su madre, fundía el plástico de los artefactos caseros para realizar sus primeras obras.
Este material le permitió darse cuenta de sus alcances como escultor, sin embargo, lo imposibilitaba para hacer reproducciones de una misma obra. Aprendió la lección tras vender el original de una de sus primeras piezas.
Después de experimentar con el plástico, hizo sus primeros intentos con el bronce, el reto estaba en que este material no se viera pesado, dando la impresión de ser ligero.
La solución estuvo en jugar con los espacios y desafiar a la gravedad. Suspender en el aire los elementos que conforman la escultura. A partir de ese momento, la magia del bronce corrió a cargo de de Carlos Aguilar.
Por lo general, la obra del maestro Aguilar toma como inspiración el arte. A través de sus piezas vibran las notas del jazz, se leen las grandes hazañas del Quijote y se esconde la pasión del flamenco.
La carrera de este artista mexicano se ha desarrollado de la mano de importantes personajes de diferentes ámbitos, su grupo de amigos es tan nutrido como su repertorio de esculturas, pues es muy común que sus amistades queden inmortalizadas en bronce.
Marcel Marceau, Paquito de Rivera, Bill Clinton y algunos personajes anónimos son algunos parte de los rostros, talentos, historias y trayectorias que dan vida a sus esculturas.
Grandes estrellas del jazz han dado vida a su obra, sin embargo, Carlos Aguilar recuerda una con especial emoción, Milt Hinton. Sin saberlo, este jazzista sirvió de modelo para una de las primeras y más reconocidas obras del artista mexicano “El Bajista”.
Un día llegó a sus manos el calendario con la imagen de un bajista en medio de un fondo negro que ocultaba sus brazos y piernas. El artista moldeó en su escultura únicamente las manos, el bajo y la cara del personaje. Haciendo gala de su creatividad Calos Aguilar vio nacer sus esculturas flotantes.
18 años después de esta creación, Carlos Aguilar fue el encargado de elaborar un premio para galardonar a las estrellas del jazz yhacerle entrega de este reconocimiento al propio Milt Hinton.
“Y sigo jugando…”
Carlos Aguilar nunca ha visto en la escultura una profesión, le parece increíble que algo tan divertido pueda considerarse trabajo. El artista mexicano confiesa que siempre vio en la escultura un pasatiempo, un juego, así que puso mayor énfasis en otras actividades como la música. Durante varios años, Aguilar perteneció a un grupo musical encargado de amenizar fiestas y eventos sociales.
Finalmente, se dio cuenta que el “juego de la escultura”, era admirado por muchas personas, quienes reconocían en él a un verdadero artista capaz de hacer magia con el bronce.
“Cuando veo que las personas sonríen, ya la hice”, señaló Carlos Aguilar, quien sin duda se lleva grandes satisfacciones al ser testigo de las reacciones de la gente. Una sonrisa, una expresión de sorpresa o miradas insistentes que buscan descubrir como se sostienen las cosas; son la más grande recompensa del artista.
Con el bronce como aliado, la complicidad de la gravedad y la sonrisa de las personas como misión; Carlos Aguilar sigue jugando con la creatividad para compartir con las personas un mundo mágico, donde sus personajes, penden únicamente de la imaginación.
Muros y ventanas que desafían la gravedad. Elementos que flotan sin más base que la imaginación. Espacios vacíos repletos de historias y vivencias fundidas en bronce que buscan seducir los sentidos de quien se deja atrapar por la obra de Carlos Aguilar.
Como cada una de sus esculturas, la historia de Carlos comenzó a modelarse con plastilina, su juguete favorito. Sus maestras y familiares se asombraban de su facilidad para dibujar y la creatividad de la que hacia gala en sus trabajos escolares.
De pequeño la figura de un toro era su creación más frecuente, con el tiempo, sin más estudio que su experiencia ni mayor inspiración que sus ideas, descubrió el fascinante mundo de la escultura.
Según las anécdotas del propio Carlos Aguilar; las cubetas, pelotas y recipientes de plástico se convirtieron en la materia prima de su imaginación, a pesar de las quemaduras y de los regaños de su madre, fundía el plástico de los artefactos caseros para realizar sus primeras obras.
Este material le permitió darse cuenta de sus alcances como escultor, sin embargo, lo imposibilitaba para hacer reproducciones de una misma obra. Aprendió la lección tras vender el original de una de sus primeras piezas.
Después de experimentar con el plástico, hizo sus primeros intentos con el bronce, el reto estaba en que este material no se viera pesado, dando la impresión de ser ligero.
La solución estuvo en jugar con los espacios y desafiar a la gravedad. Suspender en el aire los elementos que conforman la escultura. A partir de ese momento, la magia del bronce corrió a cargo de de Carlos Aguilar.
Por lo general, la obra del maestro Aguilar toma como inspiración el arte. A través de sus piezas vibran las notas del jazz, se leen las grandes hazañas del Quijote y se esconde la pasión del flamenco.
La carrera de este artista mexicano se ha desarrollado de la mano de importantes personajes de diferentes ámbitos, su grupo de amigos es tan nutrido como su repertorio de esculturas, pues es muy común que sus amistades queden inmortalizadas en bronce.
Marcel Marceau, Paquito de Rivera, Bill Clinton y algunos personajes anónimos son algunos parte de los rostros, talentos, historias y trayectorias que dan vida a sus esculturas.
Grandes estrellas del jazz han dado vida a su obra, sin embargo, Carlos Aguilar recuerda una con especial emoción, Milt Hinton. Sin saberlo, este jazzista sirvió de modelo para una de las primeras y más reconocidas obras del artista mexicano “El Bajista”.
Un día llegó a sus manos el calendario con la imagen de un bajista en medio de un fondo negro que ocultaba sus brazos y piernas. El artista moldeó en su escultura únicamente las manos, el bajo y la cara del personaje. Haciendo gala de su creatividad Calos Aguilar vio nacer sus esculturas flotantes.
18 años después de esta creación, Carlos Aguilar fue el encargado de elaborar un premio para galardonar a las estrellas del jazz yhacerle entrega de este reconocimiento al propio Milt Hinton.
“Y sigo jugando…”
Carlos Aguilar nunca ha visto en la escultura una profesión, le parece increíble que algo tan divertido pueda considerarse trabajo. El artista mexicano confiesa que siempre vio en la escultura un pasatiempo, un juego, así que puso mayor énfasis en otras actividades como la música. Durante varios años, Aguilar perteneció a un grupo musical encargado de amenizar fiestas y eventos sociales.
Finalmente, se dio cuenta que el “juego de la escultura”, era admirado por muchas personas, quienes reconocían en él a un verdadero artista capaz de hacer magia con el bronce.
“Cuando veo que las personas sonríen, ya la hice”, señaló Carlos Aguilar, quien sin duda se lleva grandes satisfacciones al ser testigo de las reacciones de la gente. Una sonrisa, una expresión de sorpresa o miradas insistentes que buscan descubrir como se sostienen las cosas; son la más grande recompensa del artista.
Con el bronce como aliado, la complicidad de la gravedad y la sonrisa de las personas como misión; Carlos Aguilar sigue jugando con la creatividad para compartir con las personas un mundo mágico, donde sus personajes, penden únicamente de la imaginación.
Personaje Hecho en México I
Gabilondo Soler Cri- Cri: realidad hecha canción
¿Quién es el que anda ahí?... Es Cri- Cri, es Cri- Cri… Y ¿Quién es ese señor?... El Grillo Cantor… El calendario marcaba el 15 de octubre de 1934, mientras las manecillas del reloj apuntaban las 13:15 horas. El característico sonido de la XEW sonaba más alegre que de costumbre, el motivo, el siguiente anuncio: “Para todos los niños de México, El Chorrito, en voz de su autor, Francisco Gabilondo Soler”.
De esta manera comenzó a escribirse la historia del popular Grillito Cantor, incondicional amigo de Francisco Gabilondo Soler, quien de 1930 a 1962 compuso alrededor de 217 canciones y 1500 hojas de cuentos.
Un paisaje rodeado por montañas, ríos, bosque y gotas de lluvia; fue la panorámica que Francisco Gabilondo disfrutó durante su infancia en Orizaba, Veracruz. En la letra de sus canciones capturó muchas de las historias cotidianas que le dictaba “la cuidad de las aguas alegres”.
La infancia de Francisco se desarrollo en su natal Orizaba. Estuvo cobijado por el amor de sus padres, pero en especial de uno de los personajes más entrañables de sus composiciones, su abuelita.
Sus canciones están cargadas de imaginación, sin embargo, todas las historias y personajes se desarrollaron a partir de su realidad, la cual convirtió en un hermoso cuento con música.
El ropero que se hizo famoso a través de la voz de Cri- cri, en efecto perteneció a la abuela de Francisco y en él atesoraba cada uno de los objetos que describe la letra de la canción, siendo uno de los más significativos, la espada que perteneció al Coronel José Antonio Soler, abuelo del compositor.
La fuente que resguarda al “Chorrito que se hacia grandote y se hacia chiquito”, estaba ubicada en su casa de Orizaba, pero para hacer más emocionante la historia, Francisco le agregó una hormiga con todo y paraguas extraída de su imaginación infantil.
Mia era el nombre de la “Muñeca Fea”, la cual alguna vez fue fina, hermosa y llenó de alegría la niñez de Eva, hermana de Francisco Gabilondo. Con el paso de los años, Mia fue rezagada al cuarto de los trebejos, pero el compositor la inmortalizó dentro de su repertorio musical.
¿Quién es el que anda ahí?... Es Cri- Cri, es Cri- Cri… Y ¿Quién es ese señor?... El Grillo Cantor… El calendario marcaba el 15 de octubre de 1934, mientras las manecillas del reloj apuntaban las 13:15 horas. El característico sonido de la XEW sonaba más alegre que de costumbre, el motivo, el siguiente anuncio: “Para todos los niños de México, El Chorrito, en voz de su autor, Francisco Gabilondo Soler”.
De esta manera comenzó a escribirse la historia del popular Grillito Cantor, incondicional amigo de Francisco Gabilondo Soler, quien de 1930 a 1962 compuso alrededor de 217 canciones y 1500 hojas de cuentos.
Un paisaje rodeado por montañas, ríos, bosque y gotas de lluvia; fue la panorámica que Francisco Gabilondo disfrutó durante su infancia en Orizaba, Veracruz. En la letra de sus canciones capturó muchas de las historias cotidianas que le dictaba “la cuidad de las aguas alegres”.
La infancia de Francisco se desarrollo en su natal Orizaba. Estuvo cobijado por el amor de sus padres, pero en especial de uno de los personajes más entrañables de sus composiciones, su abuelita.
Sus canciones están cargadas de imaginación, sin embargo, todas las historias y personajes se desarrollaron a partir de su realidad, la cual convirtió en un hermoso cuento con música.
El ropero que se hizo famoso a través de la voz de Cri- cri, en efecto perteneció a la abuela de Francisco y en él atesoraba cada uno de los objetos que describe la letra de la canción, siendo uno de los más significativos, la espada que perteneció al Coronel José Antonio Soler, abuelo del compositor.
La fuente que resguarda al “Chorrito que se hacia grandote y se hacia chiquito”, estaba ubicada en su casa de Orizaba, pero para hacer más emocionante la historia, Francisco le agregó una hormiga con todo y paraguas extraída de su imaginación infantil.
Mia era el nombre de la “Muñeca Fea”, la cual alguna vez fue fina, hermosa y llenó de alegría la niñez de Eva, hermana de Francisco Gabilondo. Con el paso de los años, Mia fue rezagada al cuarto de los trebejos, pero el compositor la inmortalizó dentro de su repertorio musical.
¿Quién es el que anda ahí?...
En 1934 Gabilondo Soler llegó a la radio para compartir sus historias con los más pequeños. Su entrada a la XEW se dio gracias al apoyo de Rosario Patiño, quien más tarde se convertiría en su esposa, la madre de sus dos hijos y fuente de inspiración de la canción “la Patita”.
Hasta ese momento la XEW tenía en su programación temas y canciones de amor, sin embargo, Cri- Cri se convirtió en el personaje favorito de los pequeños, quienes lo colocaron como uno de los grandes consentidos de la radiodifusora.
El Éxito de Cri Cri se extendió hasta 1939, pero se vio frenado por la llegada de la Segunda Guerra Mundial, la cual acaparó todos los espacios radiofónicos.
Al término del conflicto bélico, Cri- Cri volvió a la carga, incluso su programa fue llevado a la televisión, pero perdió la magia que lo caracterizaba a través de la radio.
El termómetro de las canciones de Francisco eran sus hijos Diana y Jorge, quienes escuchaban detrás de la puerta mientras su papá componía sus canciones, si él veía que los pequeños pasaban ahí un largo tiempo, indicaba que la melodía seria del agrado del público infantil.
En 1972 se celebró un emotivo homenaje nacional para el interprete de “el Rey de Chocolate” y un sinnúmero de éxitos que han pasado de generación en generación, convirtiéndose en parte importante de los recuerdos de la infancia de muchos pequeños.
En la espera de un príncipe
16 aventureros emprendieron una travesía con destino a Oviedo montados en un confortable vehículo, que al cabo de un rato se convirtió en una tortura para sus asentaderas. En su equipaje sólo había un atuendo elegante; algunos olvidaron el pijama, pero ninguno la ilusión de tener frente a sus ojos la imagen de los Príncipes de Asturias.
Con siete horas de viaje a cuestas, una película apreciada por pocos, algunos bocatas de paso y una que otra siesta torcida, por fin llegaron a su destino. Fueron recibidos con las cálidas notas de la gaita, contrarrestadas por una fuerte ráfaga de viento frío que se coló entre las chaquetas a manera de bienvenida. Ricos sabores con apariencia caldosa mitigaron el hambre acumulada durante el trayecto.
Una vez con el estómago lleno, dos horas como límite y un fondo común para comprar botellas de sídra, los aventureros se lanzaron a la conquista de Oviedo, una ciudad que conserva el sabor del pasado con tintes de modernidad.
El recorrido estuvo aderezado por hermosas panorámicas antiguas y algunas paradas para hacer fotografías e inmortalizar el viaje. En todo momento saltaban a la vista dispositivos de seguridad encargados de resguardar la integridad de la que esa noche sería acogida como nueva hija de la ciudad, Letizia Ortiz. Sin embargo, el destino de los 16 exploradores no era como testigos de aquel acontecimiento, su siguiente parada estaba a unos pasos de ahí.
A su llegada, fueron recibidos por un amable mozo que emulando la plasticidad de un torero, elevó su brazo por encima de su cabeza y destiló un elixir de manzana frente a las miradas de asombro de los asistentes. Los más osados intentaron la complicada faena con el temor de derramar el líquido sobre su ropa.
La noche cayó sobre la ciudad y los protagonistas de esta historia se dirigieron a una tertulia cargada de: charlas, bocadillos, gaitas, pasos de baile, risas y alegría; acompañados por el sabor de la sidra.
Un nuevo amanecer trajo consigo el día más importante de la visita, con él, la oportunidad de sacar de la maleta las zapatillas altas, camisas, abrigos y una que otra corbata.
La ilusión de conocer a los príncipes seguía latente, pero los aventureros tuvieron que conformarse con pisar el hotel que los hospeda e imaginarlos en algún lugar de aquel hermoso sitio. La lección más importante del viaje estuvo a cargo de sobrevivientes del Holocausto, quienes reflejan en su mirada el dolor de un pasado escalofriante confortado por el milagro de estar vivos y la ilusión de disfrutar el eterno cobijo de la paz.
Sus palabras enmudecieron a los asistentes y minimizaron las banalidades cotidianas que suelen agobiar sus mentes. Ellos han sentido en carne propia lo que es el dolor, la muerte, la desesperación, la destrucción y la maldad humana, pero al mismo tiempo, aprecian el valor de un nuevo amanecer.
Con siete horas de viaje a cuestas, una película apreciada por pocos, algunos bocatas de paso y una que otra siesta torcida, por fin llegaron a su destino. Fueron recibidos con las cálidas notas de la gaita, contrarrestadas por una fuerte ráfaga de viento frío que se coló entre las chaquetas a manera de bienvenida. Ricos sabores con apariencia caldosa mitigaron el hambre acumulada durante el trayecto.
Una vez con el estómago lleno, dos horas como límite y un fondo común para comprar botellas de sídra, los aventureros se lanzaron a la conquista de Oviedo, una ciudad que conserva el sabor del pasado con tintes de modernidad.
El recorrido estuvo aderezado por hermosas panorámicas antiguas y algunas paradas para hacer fotografías e inmortalizar el viaje. En todo momento saltaban a la vista dispositivos de seguridad encargados de resguardar la integridad de la que esa noche sería acogida como nueva hija de la ciudad, Letizia Ortiz. Sin embargo, el destino de los 16 exploradores no era como testigos de aquel acontecimiento, su siguiente parada estaba a unos pasos de ahí.
A su llegada, fueron recibidos por un amable mozo que emulando la plasticidad de un torero, elevó su brazo por encima de su cabeza y destiló un elixir de manzana frente a las miradas de asombro de los asistentes. Los más osados intentaron la complicada faena con el temor de derramar el líquido sobre su ropa.
La noche cayó sobre la ciudad y los protagonistas de esta historia se dirigieron a una tertulia cargada de: charlas, bocadillos, gaitas, pasos de baile, risas y alegría; acompañados por el sabor de la sidra.
Un nuevo amanecer trajo consigo el día más importante de la visita, con él, la oportunidad de sacar de la maleta las zapatillas altas, camisas, abrigos y una que otra corbata.
La ilusión de conocer a los príncipes seguía latente, pero los aventureros tuvieron que conformarse con pisar el hotel que los hospeda e imaginarlos en algún lugar de aquel hermoso sitio. La lección más importante del viaje estuvo a cargo de sobrevivientes del Holocausto, quienes reflejan en su mirada el dolor de un pasado escalofriante confortado por el milagro de estar vivos y la ilusión de disfrutar el eterno cobijo de la paz.
Sus palabras enmudecieron a los asistentes y minimizaron las banalidades cotidianas que suelen agobiar sus mentes. Ellos han sentido en carne propia lo que es el dolor, la muerte, la desesperación, la destrucción y la maldad humana, pero al mismo tiempo, aprecian el valor de un nuevo amanecer.
lunes, 12 de noviembre de 2007
Desesperación Real
Personaje que tiene un comentario para todo, su especialidad, los mandatarios opuestos a su ideología. Fiel admirador de Fidel, capaz de llenar la televisión venezolana con palabrería sin sentido, canta las rancheras y por si fuera poco, tiene la habilidad de desesperar hasta al más diplomático... Acertaron, se trata de Hugo Chávez.
El rey habló, pero no sólo por su pueblo, sino por todos aquellos a quienes el presidente venezolano ha llegado a molestar con sus juicios, opiniones e interpretaciones de la política internacional.
Parece que el rey Juan Carlos más que salir en defensa de Aznar, se vio arrastrado por la desesperación de las constantes interrupciones de Chávez, y, olvidandose del protocolo y las buenas maneras, pronunció las palabras que tanto mandatarios como ciudadanos alguna vez han querido gritar a la cara del presidente de Venezuela, ¿Por qué no te callas?
Tras la arrebatada reacción real, Hugo Chávez quedó como un hombre ecuanime, la víctima de los embates de rey; una conducta que el mejor amigo de Fidel, califica como la embestida de un toro bravo. Ni más, ni menos.
El rey habló, pero no sólo por su pueblo, sino por todos aquellos a quienes el presidente venezolano ha llegado a molestar con sus juicios, opiniones e interpretaciones de la política internacional.
Parece que el rey Juan Carlos más que salir en defensa de Aznar, se vio arrastrado por la desesperación de las constantes interrupciones de Chávez, y, olvidandose del protocolo y las buenas maneras, pronunció las palabras que tanto mandatarios como ciudadanos alguna vez han querido gritar a la cara del presidente de Venezuela, ¿Por qué no te callas?
Tras la arrebatada reacción real, Hugo Chávez quedó como un hombre ecuanime, la víctima de los embates de rey; una conducta que el mejor amigo de Fidel, califica como la embestida de un toro bravo. Ni más, ni menos.
Aquí y allá, ni más ni menos
Ni más ni menos es un espacio destinado a presentar los acontecimientos, sensaciones y vivencias de una mexicana en Zaragoza. El choque entre dos culturas, la visión a distancia de los aconteciemientos vividos en su país de origen y la incipiete asimilación de nuevos personajes, medios y noticias.
Cómo se ve México desde España, qué pasa en tierras ibéricas desde el punto de vista mexicano, ni más ni menos.
Cómo se ve México desde España, qué pasa en tierras ibéricas desde el punto de vista mexicano, ni más ni menos.
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