La espera de los Reyes Magos se hace acompañar de una colorida gama de globos que se elva por los aire. Su misión, llevar a los Reyes las peticiones de los más pequeños. Largas listas de regalos cuelgan de los objetos voladores. Los niños emocionados realizan cuidadosamente el ritual del cinco de enero. Escribir la cartita, letra clara, las menos faltas ortográficas posibles, el tradicional saludo para los magos de Oriente, "Queridos Reyes Magos" y los dos puntos que marcan el inicio de abultadas peticiones. Los pequeños salen de sus casas para lanzar sus globos cargados de ilusión, miran hacia el cielo hasta que el diminuto punto de color se pierde entre las nubes. Algunos pequeñines no corren con mucha suerte y sus globos caen en las garras de los árboles y los cables de luz. Una vez al año las ilusiones de millones de niños mexicanos se elevan por los aires.
